Enfundada en un Givenchy, la duquesa de Sussex realizó su debut en las ultra chic carreras de Ascot.
La ex actriz, se decantó por un vestido estilo camisero midi en color blanco combinado con un cinturón negro que marcaba su silueta, color de los tacones y el clutch. El estilismo lo completó con un hermoso y discreto sombrero también black&white.
Realmente Meghan estaba muy chic, mucho mejor que su última aparición con un boho en tonos azules de nuestra amadísima firma Oscar De la Renta, pero que le quedaba fatal.
Recordemos que Ascot es el evento hípico que reúne a la Familia Real británica y a los aristócratas más importantes, en dónde los sombreros y tocados son protagonistas.