Durante las últimas semanas, las noticias que se han sabido de la Corona Británica, han sido bastante preocupantes.
La sorpresiva intervención quirúrgica del Rey Charles III, con el concluyente diagnóstico de un cáncer, no prostático, sin especificación de que tipo se trata, que ya está siendo tratado por especialistas en estos tipos de enfermedades, apartaran al monarca inglés del manejo de sus obligaciones reales, al menos por una temporada.
Su esposa la Reina Camila, se ha estado desempeñando en asistir a los compromisos de su marido, y se anunciará oficialmente como serán las próximas semanas en la Corona de Gran Bretaña.
La salud de la Duquesa de York, Sarah Ferguson, también se ha visto afectada, con el padecimiento de un severo cáncer de piel, de la Duquesa.
Ella misma lo anunció formalmente por medio de un comunicado de prensa, como igualmente lo hiciera el Palacio de Buckingham, con la operación del Rey y la biopsia que determinó su padecimiento, sin mayor información.
Pero se ha mantenido un total mutismo en cuanto a la recuperación física de la Princesa de Gales, la bella Kate Middleton, hospitalizada de emergencia y operada del abdomen, sin ningún tipo de información por parte de la Familia Real.
Durante algunas semanas ha permanecido ingresada en una prestigiosa clínica de Londres; que recientemente abandonó para dirigirse a su hogar, dónde se mantiene el riguroso silencio, que ha ocupado totalmente los titulares de prensa ingleses más destacados, y de la prensa internacional.
Días muy difíciles está viviendo la familia Windsor, y muchas incógnitas se han abierto con estás últimas horas tan importantes para el pueblo inglés, para quienes los miembros de la Familia Real, son muy queridos y respetados.
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