Por aquellos días de la colonia era bastante difícil hacer una torta y mucho menos hablar de conseguir harina de trigo en este continente que lo que bien se daba era el maíz, pero las cocineras siempre se ingeniaban una manera de adaptarse a lo que había originando recetas que hoy por hoy conforma nuestro acervo gastronómico nacional.
Con restos e inventiva nació un bizcocho esponjoso con una mezcla de sabores único por el que deliraba el mismísimo Simón Bolívar, quien al parecer deliraba con sus sueños libertarios mientras degustaba este delicioso postre. Las fórmulas se han creado recientemente, pues en aquella época todo se hacía al ojo por ciento y algunos ingredientes tampoco existen como el pan de manteca que hoy se sustituye por pan o panelitas de San Joaquin ralladas, e incluso he escuchado hablar de galletas María trituradas. Así que aquí va la receta para que despierten a sus antepasados.
INGREDIENTES
3 huevos
250 gramos de azúcar
Ralladura de limón
50 gramos de margarina
60 gramos de queso blanco rallado
50 gramos de pan rallado
1 ½ tazas de leche
PREPARACIÓN
Bata los huevos con el azúcar hasta que triplique el volumen y luego incorpore la margarina, el queso blanco y el pan rallado batiendo muy bien en cada añadidura, de último añada la leche y la ralladura de limón. Vierta en un molde previamente engrasado y enharinado, cocine en horno precalentado a 350 por 30 minutos aproximadamente, hasta que se vea dorado.
