Por lo regular se sigue una regla: Red wine para carnes rojas; White wine para carnes blancas, hay que definir el tipo de carne del ave y los ingredientes con los que fue elaborado; no es lo mismo un pollo asado que un pavo. En cualquier caso, un aperitivo va bien con un Sauvignon Blanc, Pinot Grigio, Chardonnay fresco, o un Bordeaux Blanco.
Aves
Cuando hablamos de pavo, pensamos en especias de fuerte sabor, si es así un Riesling sería ideal. Si el pavo tiene salsa dulce, sin duda vendría bien un Merlot.
Siguiendo con carnes blancas, como el cerdo o el cordero joven, siempre y cuando se prepare bastante magro, viene muy bien un Pinot Grigio.
Si su elaboración lleva más contenido graso, se puede pensar en tintos ligeros; Merlot, Malbec, Pinot Noir, Sangiovese, Malbec joven, Carménère.
Si te decantas por el pollo, un acompañante magnifico puede ser un Sauvignon Blanc.
Carnes rojas
El Malbec o el Cabernet Sauvignon combinan muy bien con carnes rojas, recuerda que cuanto más complejo sea el tipo de carne y la forma de preparación, mayor cuerpo debe tener el vino que elijas. También puedes elegir un Carménère, Pinot Noir, Bordeaux o un Tempranillo.
Pescados y mariscos
En países como España el menú navideño y de Año Nuevo generalmente está compuesto por frutos del mar. Cuando de pescados y mariscos hablamos, mientras más delicado sea el pescado, más delicado debe ser el vino.
Un pescado a la plancha tiene un perfect match ideal con con un Sauvignon Blanc o un Pinot Grigio, mientras que unos mariscos en salsa, irán bien con un Chardonnay.
Si se trata de pescados azules, pudes jugar con mayor intensidad, inclusive con vino tinto.
En definitiva cada platillo tendrá su tipo de vino ideal. Elige el le vaya mejor según el tipo de carne y la forma en la cual se prepará y ¡tengan una cena espectacular!
Be.
