Jacqueline de Ribes, reina del estilo y la elegancia, llegó al MET.

Jacqueline de Ribes, reina del estilo y la elegancia, llegó al MET.

ribesLlamada ‘cisne’ por Capote y ‘última reina de París’ por Saint Laurent, la condesa es la protagonista de la exposición ‘El arte del estilo’. El museo neoyorquino expone piezas del vestuario y accesorios de una de las grandes inspiradoras de los mejores diseñadores y los grandes fotógrafos. Con clase innata y una figura única —’entre princesa rusa y chica de cabaret’—, fue iconoclasta, diseñó sus propias colecciones y ahora se dedica a la filantropía. El hechizo que emanaba de Jacqueline de Ribes (París, 1929) puede resumirse reuniendo los juicios con los que muchos intentaron definir a la condesa iconoclasta y elegante. El escritor Truman Capote optó por un potente sustantivo: «cisne». Los diseñadores de moda fueron un poco más floridos. ahora tiene 86 años, sigue dejándose ver de vez en cuando, se implica en tareas filantrópicas y es una convencida defensora de la naturaleza que ha tomado bajo su tutela la conservación de la fauna y el paisaje de la isleta de Espalmaor, una de las más pequeñas de las Baleares—. La «última reina de París», musa de los mejores diseñadores y los grandes maestros de la fotografía, es la protagonista de la exposición Jacqueline de Ribes: The Art of Style (Jacqueline de Ribes: el arte del estilo), en el Museo Metropolitano de Nueva York (MET). Porte de gacela y nariz egípcia Del 19 de noviembre al 21 de febrero de 2016, el Instituto de Moda de la prestigiosa pinacoteca acoge una selección de más de sesenta modelos de la colección personal de una mujer de inusual belleza —larga, de esqueleto espinoso, con porte de gacela, «nariz egipcia», como dijo Richard Avedon tras hacerle un inolvidable retrato de perfil en 1955 y un aspecto «entre princesa rusa y chica de cabaret», como la describió alguien cercano— que es una residente perenne en el ranking de las mujeres mejor vestidas del mundo desde hace más de medio siglo. La originalidad y elegancia de un célebre personaje del siglo XX El museo no sólo conmemora la condición icónica de la condesa, nacida como Jacqueline Bonnin de La Bonninière de Beaumont, hija del tirador olímpico francés Jean de Beaumont y casada en 1948, cuando tenía 19años, con Éduoard de Ribes, un banquero y héroe de guerra que fue nombrado vizconde en 1981, sino la «originalidad y elegancia» que la ha establecido como uno de los «personajes más célebres del siglo XX» entre los relacionados con la moda. En la selección de los vestidos y accesorios que muestra el MET ha contribuido la protagonista del evento. Casi arte de ‘performance’ Se trata de un «estudio minucioso de la forma de expresión de De Ribes que ilumina sus estrategias de estilo», dice el responsable del Instituto de Moda y comisario de la exposición Harold Koda. El «enfoque» de «vestirse como una afirmación de la individualidad» tiene en este caso un valor que puede ser considerado como «arte de performance», añade el responsable de la muestra. Cortaba y ‘canibalizaba’ vestidos de alta costura para hacer disfraces Los conjuntos de alta costura y prêt-à-porter, el más antiguo de los cuales es de 1962, se complementan con creaciones propias de De Ribes para bailes de disfraces, que diseñaba «cortando y canibalizando» las piezas de diseño para crear «expresiones inesperadas, temáticas y matizadas por su estética personal». Fotografías, dibujos y otro material de archivo apoyarán la narración del interés por la moda y la idea del vestir de una mujer que personificó la elegancia y el «estilo internacional». Dior, Galliano, Gaultier… Dada su condición de musa de los grandes nombres de la alta costura, en el MET podrán verse diseños de, entre otros, Giorgio Armani, Pierre Balmain, Bill Blass, Marc Bohan para Casa Dior, Roberto Cavalli, John Galliano, Madame Grès (Alix Barton), Valentino Garavani, Jean-Paul Gaultier, Norma Kamali, Guy Laroche, Ralph Lauren, Ralph Rucci, Yves Saint Laurent y Emanuel Ungaro. También hay modelos diseñados por De Ribes cuando decidió lanzar su propia línea en 1983. Su elegancia sin esfuerzo la colocó ante los mejores fotógrafos La «elegancia sin esfuerzo» de De Ribes y el «sofisticado glamour» que desprendía la colocó ante las lentes de los principales talentos del mundo de la foto de moda.

 

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