Este historiador nos presenta la imagen de un rey muy alejado de los estereotipos tradicionales con los que se ha conocido al hijo de Carlos I de España y V de Alemania. Una obra para comenzar a ver con otros ojos al rey en cuyos dominios nunca se pondría el sol. Al menos en la etapa final de su reinado.
San Quintín, 10 de agosto de 1557. Felipe II consigue su éxito más sonado como rey soldado.
Felipe II y el éxito de San Quintín es una obra capital para conocer las intenciones, planes y objetivos del rey español en lo que respecta a su concepción del poder y de sus movimientos en el complicado mapa de la Europa de mediados del siglo XVI. Un rey en cuya mente planea ante todo la búsqueda de reconocimiento y prestigio internacional, a la manera de su padre. Su gestión organizativa y su participación en la misma batalla pusieron en grave peligro el desarrollo de la empresa. La pericia y el saber hacer del Duque de Saboya en el mundo de las armas, reconduciendo la inexperiencia del rey, dotaron al soberano de la pericia suficiente para llevar a buen puerto sus objetivos: el triunfo en San Quintín.
Una obra, en definitiva, que pone fin a los tópicos con los que hasta ahora se ha conocido a Felipe II, y da respuestas a las incógnitas más tradicionales gracias a la labor de documentación realizada por José Antonio Rebullida: el rey cobarde que llega tarde a la batalla, el porqué de no avanzar hacia París, el martillo de herejes, el burócrata que no salía del despacho…