Como sobrevivir ante un mal jefe, que los hay, malísimos.

Como sobrevivir ante un mal jefe, que los hay, malísimos.

A veces, los tiempos difíciles hacen que salga lo mejor de la gente, pero los tiempos de ansiedad hacen que salgan los abusadores que acechan en las filas corporativas. Hay varias clases de jefes malos, pero los abusadores son los que usan su poder para abusar de los demás. Son los que le maltratan verbalmente y humillan frente a todos. Cada quien tiene su propio calvario. Hay jefes que llaman a las dos de la madrugada desde París —sólo porque están allí. Otros piden su evaluación de un problema y luego proceden a criticar su opinión frente a todo el personal mientras usted hierve de rabia. Es una demostración de poder. Y es denigrante. Los jefes abusadores controlan en exceso. Gerencian a nivel micro y muestran desdén por los demás, generalmente mediante maltrato verbal reiterado y explotación pura. Descalifican a los demás haciendo comentarios sarcásticos o criticando de manera dura, repetitiva e injusta. Los abusadores hacen mucho daño en las compañías. Mantienen a los empleados en un estado de emergencia psicológica. Agregue a esto la ira que usted siente hacia el abusador y un sentimiento de rabia con usted mismo por tolerar tal comportamiento. Nunca es fácil avanzar con un abusador en la oficina. Pero hay algunas tácticas recopiladas por expertos que podrían ayudarle a tratar a jefes abusador Confronte al jefe. “Lamento que usted sienta que debe hacer eso, pero no toleraré esa clase de comportamiento. No tiene lugar aquí”. Esto puede ser sorprendentemente efectivo. Un abusador no puede abusar de usted si usted no lo permite.  Conduzca la confrontación en privado. Un abusador no se retractará frente a los demás. Especifique la conducta que es inaceptable. “No puede simplemente chasquear los dedos y denigrarme ante los demás”.                                                                                                                                                                                                                              No  eres psicólogo. Centre la discusión en actitudes específicas, no en teorías sobre por qué piensa que el jefe se comporta de tal manera. Consiga que su jefe tome conciencia de las consecuencias de su comportamiento sobre los demás. “He notado que Pedro se ve muy desmoralizado últimamente. Creo que ha podido influir la reunión de la semana pasada, cuando usted lo ridiculizó por hacer un informe inadecuado”.   Destaque cómo los demás observan el comportamiento del jefe. “Usted me avergüenza cuando me humilla públicamente en una reunión, pero también queda en una posición vergonzosa. Usted demuestra su debilidad”.                                                                                                                                 Inténtelo con humor. Si le señala a su jefa que está actuando como un dibujo animado, eso pudiera ser suficiente para que ella tome conciencia. Reclute a uno o más aliados. Parársele de frente, solo, a un abusador puede detenerlo porque se gana su respeto, pero también podría costarle su empleo. Verifique con los demás trabajadores si la actitud del jefe es generalizada. Si ése fuera el caso, es más fácil para dos o tres personas enfrentar a un jefe que para una sola. Judith Coflin Si usted es importante para la organización, pudiera lograr su objetivo acudiendo al jefe de su jefe.

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