Sí una persona tiene ganas de mejorar sus modales, su gusto, en fin, darse un baño de elegancia, puede mejorar sin lugar a dudas. Por ejemplo, si esa persona tuviese la oportunidad de estar por cualquier motivo en un ambiente muy refinado y elegante sin duda, esa persona después de un tiempo determinado, tendrá un matiz de elegancia y habrá mejorado muchísimo, se le imprimen mejores modales, sabrá moverse y sobre todo adquirirá mejor sentido del gusto.
Elegir las palabras con las cuales hablamos, elegir el modo con el cual tratar a las personas que nos rodean, elegir los muebles para nuestra casa, la ropa, los amigos con quienes compartimos nuestra vida, la pareja que nos acompaña.
¿Son elegancia y estilo es lo mismo?
¡Claro que no! Para mí la persona elegante sin estilo es relativamente elegante. Cumplirá con lo que se “debe” y “corresponde”. Lo que a la ropa se refiere, me da la sensación que no saben crear. Lo que usan está siempre en perfecto estado y en general de muy buena calidad. La ropa cara da seguridad. Es un envase seguro y protector. Pero sin estilo propio resulta sosa y extática.
Recordemos siempre que se puede ser elegante sin tener estilo y se puede tener estilo sin ser elegante.
No nos olvidemos que hay personas muy ricas, que pueden adquirir ropa carísima pero tienen un gusto espantoso. Entonces por más cara que sea la ropa no se luce porque la persona no sabe cómo combinar colores, texturas y formas.
El estilo hay que trabajarlo y será siempre tu propia marca que te va a definir ante todos, si eres una persona con elegancia y estilo, tienes la seguridad de que serás único y sin posible competencia.
Por: Norah Frías Muñoz
Los Buenos Modales by Norah Frías Muñoz
