Vino y comida forma una asociación que siempre ha funcionado muy bien en la historia de las civilizaciones. En los tiempos modernos, disfrutar y conocer un buen vino se ha convertido en un hábito elegante y culto. Las personas con paladar entrenado se dan cuenta de que el vino claramente cuando parece complementar el sabor de la comida.
Pescados blancos: Vinos blancos y ligeros.
Pescados azules, mariscos y salsas: Vinos blancos con cuerpo.
Carnes rojas: Vinos tintos ligeros.
Carnes blancas: Vinos rosados.
Carnes rojas y caza: Vinos tintos con cuerpo.
Vinos para acompañar sopas, pastas y legumbres:
Sopa o consomé: vino blanco seco,
Pastas: admiten un rosado joven, y las legumbres un tinto joven.
Los quesos y el vino
Vinos tintos: Queso Blue, Cambembert, Chedar, Edad, Emmental (queso suizo), Fontina, Gouda, mar del Plata, Regianito, Roquefort.
Vinos blancos: Brie, Camembert, chevres, Gruyere.
Queso duro o de sabor fuerte: Vinos con cuerpo y personalidad.
Queso blando y suaves.:Vinos frescos, jóvenes y rápidos
Queso de cabra, roquefort y quesos azules.:Se acompañan muy bien con Oporto y Jerez dulce o semidulce.
Provolone y Fontina: Cabernet Sauvignon, Malbec
Emmental: Vino tinto robusto, Chardonnay.
Cheddar: Sauvignon Blanc, o un vino dulce de cosecha tardía (Sauternes)
Parmesano: Chardonnay de buena intensidad o Cabernet Sauvignon.