La Revolución de Mayo nos habla de una serie de acontecimientos revolucionarios durante la llamada Semana de Mayo, entre el 18 de mayo de 1810, fecha en la que se publicaron noticias de la caída de la Junta Suprema Central, y el 25 de mayo, fecha en que juró la Primera Junta de gobierno. Eventos ocurridos en la ciudad de Buenos Aires, capital del virreinato del Río de la Plata, dependiente del rey de España.

Cada 25 de mayo se celebran la Revolución de Mayo y la creación del primer Gobierno Patrio de Argentina en 1810.
Ese día, el país se tiñe de blanco y celeste y se lleva una escarapela con los colores de la bandera argentina en el pecho.
Feriado inamovible, en esta fecha los argentinos preparan platillos deliciosos y característicos, típicos del país como tortas fritas, pastelitos de dulce de membrillo y dulce de batata, empanadas de carne, locro.
En los colegios, se realizan actos los días previos y siguientes en los que los alumnos hacen actuaciones con las vestimentas típicas del año de la revolución, en homenaje a la vida en argentina en aquellos tiempos.
Asimismo, se organizan desfiles con trajes típicos frente al Cabildo y la Plaza de Mayo a lo largo del día y en Catedral se celebra el Te Deum; “Su origen se remonta a la época colonial, cuando el virrey del Río de la Plata concurría en ceremonia a ser reconocido por la máxima autoridad religiosa de la ciudad. A partir del 25 de mayo de 1810, con la deposición del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, fue resignificada como una acción de gracias por las nuevas autoridades patrióticas de las Provincias Unidas del Río de la Plata y su nacimiento, y a partir de 1816, para celebrar el nacimiento de la Argentina como país”.

