Pierre Auguste Renoir, uno de los más célebres pintores franceses, nació el 25 de febrero de 1841. Se convirtió en uno de los artistas mejor cotizados en el mercado.
Proviniendo del seno una familia de artesanos, que desde pequeño le inculcó el gusto por el dibujo, razón por la que desde temprana edad trabajó decorando porcelana y abanicos. Estudió en la Escuela de Bellas Artes y frecuentó el taller del Charles Gleyre, donde conoció a los artistas Frédéric Bazille, Alfred Sisley y Claude Monet, con quien tiempo después se fue a vivir en París.
Ya en la ciudad francesa, el joven Auguste y sus amigos se interesaron por captar la luz directamente del natural y por los efectos cromáticos y lumínicos, elementos principales de la corriente impresionista.
En este periodo, el joven pintor envió varias obras al Salón Oficial, las cuales fueron rechazadas al igual que las de sus amigos impresionistas, lo que motivó al grupo de artistas a ofrecer una exposición conjunta en los locales del fotógrafo Nadar en 1874, la cual es considerada la primera exhibición de esta nueva corriente artística.
Dos años más tarde, en 1876, se celebró la segunda exposición del grupo de impresionista en la que Renoir participó con una de sus obras más conocidas, “El moulin de la Galette” (1876) en la que plasmó los momentos de un baile al aire libre en una terraza parisina.
En 1878, el artista francés se alejó del grupo en que creció, buscó el éxito en los salones oficiales y años después abandonó los principios impresionistas para acentuar en su obra una admiración por cierta idea clásica de lo bello.
En ese periodo creó varias obras que relejan momentos de la vida parisina contemporánea, tales como el cuadro “Madame Charpentier y sus hijos”, exhibido con éxito en 1879 y la serie de las bañistas integrada por: “Bañista sentada secándose la pierna” (1895), “Bañista sentada” (1914) y “Bañistas” (1918-1919) en las que construyó el máximo exponente de la belleza femenina.
En 1884 escribió una propuesta para fundar la «Sociedad de los irregulares», la cual asociaba la belleza a las formas orgánicas e irregulares de la naturaleza y rechazaba el mundo mecánico e industrializado.
En 1892, realizó una muestra antológica en los salones de Durand-Ruel y dos años más tarde nació su hijo Jean, mientras que Gabrielle Renard, prima de su mujer Aline, se convirtió en su modelo favorita.
En 1910, luego de que se le detectara artritis, Renoir fue operado de una mano y un pie para después retomar su gran pasión, la pintura; arte que le ayudó a superar la muerte de su esposa en 1915.
El 3 de diciembre 1919 a causa del reumatismo, fallecía el artista francés.