Recordando los alegres carnavales venezolanos, llenos de alegría y buen gusto

Recordando los alegres carnavales venezolanos, llenos de alegría y buen gusto

Fué una antigua tradición llegada al país con los españoles, ellos jugaban con agua, y otras sustancias como huevos, azulillo, etc..

La llegada del Obispo Diez Madroñero a Caracas, en el siglo XVIII, se transformaron esos alegres momentos de juegos y chanzas , en res días de rezos, rosarios y procesiones, en una forma de evitar los actos pecaminosos, que según él, eran los carnavales.

El Carnaval se inicia como tal en Caracas, refinadamente, con comparsas hermosas, muchas carrozas, arroz y confites, dejándole a los esclavos y a la orilla, como se decía entonces, los juegos con agua y sustancias nocivas.

Luego llegado el gobierno de Antonio Guzmán Blanco, la tradición fue más elegante, se propuso acabar con la constante agresión del carnaval con agua y darle paso a un carnaval con numerosas comparsas y fiestas de disfraces.

En tiempos de Gómez, los carnavales fueron siempre adustos, totalmente solemnes se exigía al pueblo el salír a la calle a ver los desfiles, cual si se tratara de una procesión.

Hasta el siglo XX. Venezuela celebró su carnaval con carrozas, disfraces, bailes populares y en salones refinados .

A finales de los sesenta, aparecenlas famosas «negritas», quienes escondían la identidad en el disfraz para disfrutar sin complejos de la festividad, fueron parte de un momento inolvidable de la vida venezolana.

Grupos grandes mujeres disfrazadas de negritas acudían al grito de llamada que decía “en el Ávila es la cosa”.

Durante la dictadura de Pérez Jiménez, las fiestas eran de gran tronío en calles, templetes, clubes y hoteles. Las mejores orquestass del momento, muchas veces se llegaron a ver hasta 40 orquestas extranjeras visitando la capotal venezolana.

En el mayor y más perfecto orden transcurían aquellos días festivos, todos los días se protagonizaban desfiles por las calles de la ciudad.

La gente, a risas y carcajadas, se agrupaban en las aceras y gritaban “aquí es, Aquí es” esperando recibir caramelos de los carros y carrozas.

Entre los años 60 aín continauban habiendo muchos bailes en los clubes y fiesta privadas, de gran elegancia todas ellas, solo hacia los años 80 las fiestas de carnaval se fueron enfriando en Caracas y quedaron sólo las infantiles.

Sin embargo en la mayoría de los pueblos esta fiesta ha conservado su tradición.

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