A la selecta lista de mujeres chic, tenemos que sumar a Marie Chantal de Grecia, una de las mujeres más elegantes del mundo, y a su hija María Olympia, que se está preparando para trabajar en el mundo de la moda. Princesa sin trono, la joven ha hecho prácticas en Dior y es una habitual de los mejores ‘front-row’, encantados de contar con una nueva aristócrata en sus filas.
Ahora es el turno de una princesita griega, hija de norteamericana y nieta de ecuatoriana, criada en las mejores costumbres que se comporta como el título que ostenta, el de Alteza Real.
María Olympia de Grecia y Dinamarca es la hija mayor de los Príncipes Herederos de Grecia, Pablo y Marie Chantal. Nacida el 25 de julio de 1996, con siete años se trasladó a vivir a la capital inglesa para estar cerca de sus abuelos, los reyes (no vigentes) Constantino II y Ana María de Grecia, familia directa de la Reina Madre Sofía.
Olympia sigue conservando aún su acento americano, un deje que la hace más selecta y exquisita. Justo bajo estos parámetros se ha criado la joven ante la estricta mirada de su madre, quién no posee sangre azul pero pertenece a otro tipo de realeza, la del dinero. Su padre es Robert Miller, apodado el rey del ‘duty free’ y una de las principales fortunas de Hong Kong.
Un espejo en el que mirarse para triunfar en el mundo del arte y de la moda. Marie Chantal es habitual en las listas de las mejores vestidas del mundo, en las páginas de las revistas más selectas, los eventos benéficos más glamorosos y los desfiles más ostentosos. Ella misma es diseñadora y tiene su propia línea de ropa infantil.
Su única hija es su mejor ayudante y gran consejera, no en vano está estudiando historia del arte, fotografía y arte dramático y su gran sueño es trabajar en el mundo de la moda. Por eso, este verano, ha estado tres semanas como becaria en la casa Dior en el departamento de Alta Costura aprendiendo de los mejores.
María Olympia es una lady de pies a cabeza y “El mejor partido del mundo” según ‘Tatler’, la revista de la alta sociedad británica para la que posó en exclusiva este mismo año vestida con prendas de Lanvin, Mary Katrantzou o el mismo Dior. Una portada que se solapaba en el tiempo con la entrevista que concedió junto a su madre para ‘Vanity Fair’.