Bella antes como ahora: Carmen Cristina Martínez Rafalli, nació en Carúpano, Estado Sucre, el 26 de diciembre de 1934, bajo el signo Capricornio. Tenía 18 años de edad y medía 1,60 m. de estatura, tenía el cabello negro y sus ojos son de color verdes. Sin buscarlo siempre fue reina en los colegios donde estudio, también fue “Reina de la Primavera”, (era un certamen que se realizaba en los mejores clubes de cada estado del país).
Llegó al Miss Venezuela 1953, por casualidad, ella se encontraba caminando por la calle y unas personas la abordaron para preguntarle, si quería participar en el certamen de Miss Sucre. Por supuesto que respondió que sí, pero que debían hablar con su mamá, Doña Margarita Rafalli, les dio la dirección y estas personas fueron a hablar con ella. Luego de que su mamá, dio su aprobación, se comenzó a preparar todo lo relacionado a su participación. Llego el día de la elección, fue el viernes 18 de junio de 1953, en el Teatro Pichincha, de la Ciudad de Cumaná, participaron cinco candidatas, todas desfilaron ante el público y el jurado, trajeadas con vestidos del modista “Frank de Caro”, llevaron en las manos ramos de flores obsequio de la Primera Dama del Estado, señora Vidalina Caldera de Salazar Domínguez, Presidenta del Comité Organizador.
Después del desfile se procedió a la elección resultando una gran sorpresa para ella, porque siempre se dijo que la ganadora iba ser Betty López, pero el jurado nombro a la señorita López, como primera finalista y a Carmen Cristina, como Miss Sucre. El acto y baile de coronación se realizo, el día siguiente de la elección en el Club Gran Mariscal, fue coronada por Luisa Guilarte, Miss Sucre 1952. De regreso a Carúpano, fue recibida por las autoridades del Consejo Municipal, recuerda con gran cariño la ovación del pueblo carupanero cuando se hizo su desfile de bienvenida. Por haber ganado el Miss Sucre, viajó a Caracas a representar a su Estado, en el Miss Venezuela. Sus medidas de busto, cintura y caderas eran 90, 60 y 90 cm, respectivamente. La prensa siempre destaco su simpatía y amabilidad, al igual que su prototipo de belleza exótica morena con el cabello negro y los ojos verdes.
El certamen Miss Venezuela para esos años, solo duraba una semana y se le llamaba “Semana de la Belleza”. La verdad es que no había una actividad programada, desde el punto de vista social o comercial. Solo los desfiles en público, entrevistas y una visita al canal 5. Miss Sucre, al igual que las demás candidatas, fueron recibidas por, Úrsula Servidia, Miss Distrito Federal, en Maiquetía como anfitriona, quienes llegaron en vuelos especiales de Avensa. Almorzaron en Catia la Mar y luego sobrevolaron Caracas en 2 aviones de Avensa, uno para las misses y otro para sus familiares acompañantes. Aterrizaron en la Carlota. De allí salieron en caravana con las banderas de cada Estado, hacia los distintos lugares de hospedaje. En ese vuelo, fueron acompañadas por los periodistas Marco Antonio Lacavalerie (Musiú), Henry Altuve y otros periodistas.
Al día siguiente todas las misses fueron a la redacción de El Nacional, donde las recibió Miguel Otero Silva y su equipo directivo y de redacción.
Martínez Rafalli, comenta que ni sus compañeras, ni ella, fueron al gimnasio, ni tuvieron profesora de modelaje, ni maquillaje ni peluquería, nada de eso. Todo fue sencillo, la preparación venia del hogar a través de la educación adquirida. No usaron postizos, y menos cirugías para cambiar algo de sus cuerpos. Ya estando en Caracas, las actividades fueron pasear, efectuar compras en las casas de modas y joyerías, visitar los salones de belleza y asistir a algunas recepciones sociales. Recuerda un recorrido por las principales avenidas, sitios distinguidos de Caracas y barrios residenciales, en compañía de familiares y amigos, en lujosos automóviles que ostentaban el escudo de los respectivos estados, siendo recibidas en todas partes con muestras de gran simpatía, por parte de la ciudadanía capitalina. Entre los actos más importantes cabe destacar la visita al Bowling Club de San Martin, y la premier de gala en el Teatro Imperial, durante la cual se exhibió la “Coronación de Isabel II”, y una película filmada en el pasado certamen mundial de la belleza en Long Beach, California.
Como el certamen estaba en sus primeras etapas, no tenía un himno que lo identificara, así que se realizaron los desfiles con música venezolana de fondo. Uno de los más llamativos fue un desfile en traje típico en el Club Los Cortijos.
El sábado 27 de junio de 1953, se presentaron las 12 aspirantes al título, arribaron al Valle Arriba Golf Club a las 11:30 de la noche y precedidas por Sofía Silva, dieron comienzo al desfile alrededor de la piscina de azulejos del Club. Por el micrófono Oscar Escalona Oliver anunciaba a las bellas candidatas por orden alfabético de los estados, Carmen Cristina Martínez Rafalli, fue la decima en desfilar. Días antes las candidatas habían realizados dos desfiles previos el primero en traje de baño y el segundo en traje típico. El traje de gala utilizado esa noche, por Miss Sucre, fue una creación de su hermana Isaura, en brocado amarillo. El maquillaje fue solo labial. En este desfile, uso un moño que le realizo una vecina de su hermana. Miss Sucre, a pesar de no haber logrado clasificar entre las cuatro primeras finalistas del certamen. Fue la séptima candidata en recibir votos por parte del jurado calificador, quienes le dieron un total de cinco.
Después de los concursos de belleza, Carmen Cristina, fue portada de algunas revistas, fijo residencia en Caracas. El 20 de marzo de 1954, contrajo boda con Néstor Luis Schwarts Matos. En la capilla provisional de la Parroquia San Pedro, en acto celebrado en la estricta intimidad de sus familiares. Ella hizo su entrada al templo, vestida en una columna de raso de seda natural y encaje de chantilly ceñido al cuerpo y realzado por una amplia cola. El tocado estilo coronación, retenía el velo corto de tul ilusión. En sus manos llevo un ramillete de gladiolas holandesas y orquídeas blancas, con espigas de lavanda. Como único adorno llevo unos zarcillos de brillantes, recuerdos de la familia. Tuvo cuatro hijos. Vivió en Caracas, y luego en Valencia.
De una noche tan linda, solo conserva algunas fotos y artículos de prensa. Dentro del concurso siempre tuvo muy buena relación con Gisela Bolaños: Miss Carabobo, que fue la Miss Venezuela ese año. Con Delmira Antonetti, Miss Monagas mantuvo contacto por mucho tiempo luego del certamen. Recuerda como anécdota, que mientras estaban desfilando en los alrededores de la piscina del club, comenzó a llover y se prolongo la elección y coronación. Apartando este desfile lluvioso fue un momento muy feliz, no hubo envidias ni tacones rotos entre ellas, todos los trajes eran hermosos, en una sola palabra, el haber estado ahí, fue una experiencia única. En el concurso se sabía quién iba ser la ganadora. Todas estábamos muy contentas, no hubo maldad ni existió envidia entre las candidatas. Todas estuvimos felices porque Gisela Bolaños, fue la elegida para representar a Venezuela, era una niña bella y muy dulce.
Actualmente, Cristina Martínez Rafalli, esta residenciada en la Isla de Margarita. Siempre le gusto bailar y cantar, actividades que realiza en fiestas de amigos y familiares. En el año 2009, a la edad de 75 años, se inscribió en un concurso de canto en un lugar llamado “Piano Blanco” y gano entre 12 personas que concursaron. Tiene ocho nietos y tres bisnietas. Su mensaje es que “Traten de ser felices, es lo único que queda en la vida al pasar los años. Que debemos comprender y amar al prójimo. Hay que dar gracias a Dios, por todo lo bello que nos da todos los días”. A ustedes el equipo de Revista “Todo lo chic”, y en especial a ti, Tony Hidalgo, gracias por permitirme revivir gratos y hermosos recuerdos. Se les quiere, su amiga Cristina Martínez Rafalli.
En esta gráfica comparativa podemos decir que su belleza es eterna. “Es que la joven venezolana, que tuvo el privilegio de ser miss, es reina para toda la vida.»
Por: Tony Hidalgo
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