Debido a una maratón de fiestas de despedida que desajustan la digestión y los ciclos de sueño y maltratan al organismo entero casi de inmediato, los menos preparados empiezan a sufrir gastritis, acidez, indigestiones y hasta intoxicaciones. Para evitar malestares, lo mejor es echar mano a algunos consejos que ayudan a atenuar los efectos menos agradables de los excesos de alimentación de estas épocas.
Se recomienda evitar los dulces, las grasas y las combinaciones de carbohidratos. Tomar un caldo caliente antes de la comida, así aumentará la sensación de saciedad, lo que ayuda a comer lo justo. Controlar la sal y las salsas, pues favorecen la retención de líquidos en el cuerpo, y alejarse de gaseosas y fritos, optando por las harinas integrales (solo una por plato); eligiendo también un tipo de carne solamente.
No es conveniente repetir, picar entre comidas, llegar con hambre a las invitaciones, comer rápido y saltarse algunas de las comidas básicas.
En relación al alcohol es importante aprender a escoger y consumir con moderación. Hay que recordar que el alcohol no alimenta pero si engorda. También, tener mucho cuidado con las adulteraciones que no se hacen esperar en esta época del año. Revisar que las botellas tengan sellos, estampillas y tapas en buen estado, poner la botella a contraluz, si su color no es uniforme o trae partículas es recomendable no consumirlo.
.