Los colores del invierno son variados: los blancos, junto a los ocres, dorados o variedades del marrón, son ideales, así como rojos fuertes o verdes oscuros. En función del espacio de celebración y la mesa de la boda a decorar, se pueden elegir centros de flores únicos,con la calidez necesaria para poder realizar creaciones llenas de magia. Si el espacio es rústico o campestre, podemos aprovechar para realizar centros con piñas, muérdago, flores secas o espigas. En caso de que el espacio sea clásico con una decoración vintage, lo ideal es utilizar espigas, bambú e incluso frutas.
También es una buena idea utilizar peceras de vidrio con flores flotantes, o elegir centros altos, con flores voluminosas y velas. Los candelabros aportan gran calidez a cualquier espacio, y se pueden combinar con cualquier flor.
Las piñas y castañas en bodas de otoño contribuirán a crear un ambiente alegre y lleno de energía. En otoño e invierno las frutas del bosque y silvestres, como arándanos, cerezas, endrinas, moras, grosellas, frambuesas y nueces, proporcionan el escenario perfecto para una cálida boda a la luz de las velas.
Por último, las orquídeas, esas flores exóticas y tan hermosas, dejan ver un ambiente refinado y bellísimo .