Las chicas chic del mundo royal, buscan hacerle guiños a sus abuelas y lo hacen el día que se casan.
Al menos eso hizo el año pasado Charlotte Casiraghi, al contraer nupcias con Dimitri Rassam. Para la ocasion, la hija de la princesa Carolina de Mónaco y nieta de la inolvidable Grace Kelly, se decantó por un vestido con escote, con un efecto cruzado, que recordaba al vestido que Grace lucío en la película ‘Atrapa un ladrón’, ademas usó una gargantilla Cartier de su abuela y llevó un recogido falso ‘bob’, para asemejarse más a la bellísima actriz Hollywodense.
Por su parte, en la boda chic de este 2020, la princesa Beatrice de York, nieta de la Reina Inglaterra, lució para su enlace con Edoardo Mapelli Mozzi, un vestido vintage de Norman Hartnell que literalmente perteneció a su abuela Elizabeth II, al igual que la tiara de diamantes que ella uso el día de su boda en 1947 y que a su vez, había sido creadapara la Reina Mery.
En definitiva, inspirarse en la abuelas está de moda y más si el «algo usado» tan típico de las bodas, cobra un significado tan lleno de afectos familiares.
