Queridas y mimadas por la mayoría de las personas, su aspecto adorable, su gracia y sus pelos brillantes y tupidos, las hacen favoritas de muchos,
Son animalitos habilidosos, rápidos y con un fuerte sentido de orientación, trabajadores, responsables almacenan su comida y se preparan para los meses de invierno, asegurándose de recolectar lo suficiente para no pasar hambre.
Son escandalosas y entre ellas suelen tener grandes y divertidas discusiones, estos animales se comunican por medio de gorjeos y chillidos, con los que expresan todo, desde miedo a felicidad, defienten con fuerza su territorio y llevan los alimentos recolectados a sus hogares dentro de los agujeros de los árboles o del suelo.
Para ellas el otoño es la época en la que suelen recolectar con presteza toda la comida posible en una pila antes que llegue el invierno.
No son muy grandes y las hay de diferentes tonos de color, blancas, grises, marrores, color canela, marrones, color rojizo, las ardillas de los árboles tiene largo pelaje en sus orejas, habitan en los árboles y pueden ser encontrada en los bosques, parques y ambientes urbanos.
Son tremedamente habilidosas en su caminar y saltar por los árboles y para caminar por las vallas.
Son animalitos roedores, por lo que tienen cuatro dientes frontales que nunca dejan de crecer, por lo que pueden mordisquear todo lo que desean.
También tienen una mullida cola que les es muy útil, las mantiene balanceadas, amortigua los saltos y les ayuda a comunicarse con otras ardillas.
Son muy práticas, por lo que una ardilla hambrienta comerá cualquier cosa, aunque no sea parte de su dieta regular de plantas y nueces. Comenzará con insectos, huevos, pequeños pájaros y víboras, incluso, pequeños roedores.