El príncipe Rodolfo de Habsburgo, (príncipe heredero de Austria), hijo del emperador Francisco José I y la emperatriz Isabel de Baviera, más conocida como Sissi, había dejado Viena el día 28, rumbo al pabellón de caza de Mayerling, situado en Baja Austria, apenas a dos kilómetros de la abadía de Heiligen Kreuz.
Llegó a Mayerling a eso de las tres y media de la tarde. La baronesa Mary Vetsera, la novia que le acompañaría en su último viaje, llegó en coche de caballos un poco más tarde. De lo que sucedió después se sabe muy poco. A Viena, la noticia de la muerte del príncipe heredero el día 30. Al principio la Casa Imperial intentó por todos los medios controlar las filtraciones y que no se supiesen las auténticas circunstancias de la muerte del heredero al trono. Se habló de un accidente de caza, se habló de un derrame cerebral, de todo tipo de cosas menos de lo que, en realidad, había sucedido.
El príncipel Rodolfo se había suicidado en compañía de su amante, la baronesa Mary Vetsera, de un tiro en la sien. Mary tenía 18 años y Rodolfo 31.
Se habían conocido un año antes, en 1888, en las carreras de caballos en el hipódromo vienés de Freudenau. Allí, como es conocido, les había presentado la condesa Marie Larisch, prima de Rodolfo.