La leyenda de  la fascinante Leonor de Aquitania, la reina más culta de la Edad Media

La leyenda de la fascinante Leonor de Aquitania, la reina más culta de la Edad Media

leonor-de-aquitania_detalle_articuloleonordeaquitania-2leonordeaquitania-4

 

Introducción a la Leyenda de Leonor de Aquitania

Entorno a Leonor de Aquitania existe una leyenda negra alimentada por el paso de los siglos y la multitud de elucubraciones que se han hecho en relación a su comportamiento, su aspecto físico, su espléndida preparación cultural, su amor por el mundo trovadoresco y su increíble fortaleza, pues vivió ochenta años en un mundo en el que la esperanza de vida era mucho menor. Una trascendencia nada habitual para una mujer de la época.

Esta visión tan negativa de la duquesa de Aquitania comienza con las los testimonios que recogen los monjes y los clérigos de la época, quienes se encargaron, tal vez bajo una mirada de desconfianza hacia la mujer, de mostrar a una Leonor que, lejos de llevar una vida tranquila, transgrede las normas habituales. Además, y como muestra inequívoca de maldad, la describen como una mujer muy bella y por ello sospechosa de cualquier acción contra los hombres.

Leonor de Aquitania y Luis VII

En épocas posteriores, los documentos que éstos últimos dejaron fueron interpretados por historiadores, quienes adoptan diferentes posturas entorno a la figura de Leonor. Los franceses reprocharán a Leonor haber roto, con su conducta y su divorcio, la unidad francesa . Otros, por el contrario, describen a Leonor como una reina avariciosa, egoísta, elucubradora y sedienta de poder. Un tercer grupo de historiadores considera a Leonor de Aquitania como una de las primeras feministas de la Historia. Hay por tanto, interpretaciones para todos los gustos.

Independientemente de estas ideas, y como dijo Jean Flori, el mejor biógrafo de Leonor de Aquitania, no es posible separar a Leonor de su leyenda porque tan sólo la conocemos a través de ésta .

Por último, cabe recordar que Leonor fue dos veces reina y madre de tres reyes. Intentó vivir la vida que ella quería. Así nace la historia sobre Leonor de Aquitania, una mujer entre el mito y el símbolo.

Biografía de Leonor de Aquitania

Leonor de Aquitania (Poitiers 1122- Abadía de Fontevraud 1204), fue consorte de Francia e Inglaterra tras su matrimonio con Luis VII de Francia primero y Enrique II de Inglaterra después. No obstante, ella aportó numerosas posesiones a sus matrimonios, como el ducado de Aquitania, terreno que le dio el nombre y el prestigio internacional.

Fue la primogénita de Aenor de Chatellerault y Guillermo X, duque de Aquitania, quien se encargó de educarla en el arte de leer y escribir, la cetrería, la caza y la estrategia militar, tal y como se educaría a un varón y no a una mujer.
A la muerte de éste, cuando Leonor solo contaba con 13 años -o 15, puesto que no se ha podido corroborar su fecha de nacimiento, que se fija en 1122 o 1124-, se convierte en la heredera del condado de Poitiers y del Ducado de Gascuña y Aquitania, una extensísima porción de terreno que llegaba hasta los Pirineos y de la que su padre se encargó que sólo pudiese ser heredada por sus descendientes directos y nunca pasase a manos de sus maridos.

Blasón de Poitiers

Ese mismo verano de 1137, Leonor se casa con Luis VII de Francia, de tan sólo dieciséis años. Cuando llega a su nuevo hogar descubre que las costumbres son radicalmente distintas: la corte es fría, austera, sin trovadores ni poesía caballeresca. Intenta llenar ese vacío con juglares que recoge y que son considerados por muchos, tal vez por desconocimiento sobre quienes eran y qué hacían, como una ofensa, aunque esto no es más que el intento de copiar el ambiente que ella había vivido desde pequeña en su casa. Leonor continúa de esta forma la tradición familiar (a su abuelo Guillermo IX se le atribuyen los versos más antiguos encontrados en el reino de Francia, escritos en lengua de oc) de proteger y ayudar a la poesía trovadoresca tanto en Francia como en Inglaterra.

El matrimonio entre ambos empieza a desmoronarse tras unos enfrentamientos directos con el Papa a causa de la boda de la hermana de Leonor, Petronila, con Raúl de Vermandois, el primo del Rey, casado con Eleonora, sobrina de un conde poderoso que no permite el desaire que se hace a su familia. Tras poner en jaque a la diplomacia francesa y vaticana, Leonor, que encabeza la petición, y su marido Luis consiguen que el matrimonio se acepte.

Tras este tiempo de conflictos del que se derivó una matanza, Luis VII decide emprender camino, tal vez para redimirse de sus pecados, hacia la cruzada que tuvo lugar en 1144. Leonor decide acompañar a su marido. Dice un cronista de la época, Nicetas Conictes, que ella participó en la contienda, que se la podría situar entre las lanzas y los escudos, montando su caballo como cualquier varón.

Tumba de Leonor de Aquitania

Tras la Cruzada se desplazan a Antioquia, donde es acusada, sin saber aún hoy la verdad, de mantener relaciones con uno de sus tíos, el príncipe de la ciudad. Su marido, airado por tal hecho, le obliga a marchar con él a Jerusalén.

A su vuelta se quedó embarazada y dio a luz, de nuevo, a una mujer, la segunda, lo que provoca una profunda decepción en su marido.

Leonor de Aquitania y Juan sin TierraEn marzo de 1152 obtiene la anulación de su matrimonio bajo la excusa de consanguinidad en cuatro grado. Unos meses después contrae matrimonio con Enrique de Anjou- posteriormente conocido como Enrique de Plantagenet- dando lugar al Imperio Angevino, un territorio que se extendía desde Escocia a los Pirineos y que sin lugar a dudas suponía un gran desafío hacia el rey de Francia, el anterior marido de Leonor. Del matrimonio nacieron ocho hijos, entre los que se encuentran los famosísimos Ricardo Corazón de León y Juan sin Tierra.

El matrimonio se rompe cuando Leonor descubre la aventura de su marido con Rosamunda de Clifford y no acepta ser la segunda en importancia. Éste fue el detonante que llevó a Leonor de Aquitania a Poitiers junto a sus hijos. En 1170, Leonor indujo a su marido a entregar a su hijo Ricardo Corazón de León los dominios de Gascuña, Aquitania y Poitou, que eran de su propiedad. Mientras tanto, y para salvaguardar el futuro de sus hijos, se pone con contacto con Luis VII, quien fuera su marido, para que apoye a sus hijos contra su padre, Enrique de Inglaterra. Luis saldría beneficiado si triunfaba la revuelta e incluso podría recuperar la primacía en el continente europeo.

Una vez fracasada la rebelión de tres de sus hijos contra el padre, Leonor es acusada de traición y encarcelada durante más de quince años. No fue hasta la muerte de Enrique de Inglaterra y la coronación de su hijo Ricardo cuando es liberada. Es además la época en la que mayor libertad conocerá, y será realmente cuando reine: su hijo Ricardo decide marchar a las cruzadas y dejarla a ella como reina.

Leonor de Aquitania muere en la abadía de Fuentevraud, no sabemos en qué condiciones, ya que su muerte no está mucho mejor relatada que su nacimiento. Lo que sí podemos asegurar es que la abadía era el panteón familiar de los Plantagenet y Leonor, desde hacía mucho tiempo, había mostrado su interés por el santo lugar donde reposaban su esposo Enrique II, su hijo Ricardo y su hija Juana . Se mantuvo activa hasta el último día de su muerte, luchando por asegurar el dominio de sus hijos.

(Autora del texto del artículo/colaboradora de ARTEGUIAS:
Ana Molina Reguilón

Deja un comentario