Cuando uno habla de Carolina de Mónaco siempre piensa en elegancia, belleza, Chanel y pamelas.
La siempre chic Carolina Grimaldi es fiel a su amor por la firma Chanel, hasta el fallecimiento del diseñador Karl Lagerfeld, a menudo asistía a eventos acompañada por su gran amigo.
En más de una ocasión ha sido centro de todos los flash al deslumbrar con alguna pamela.
Y no podía ser menos, cuando hablamos de Carolina, recordamos la elegancia de su madre, la inolvidable Grace Kelly, oh la hermosísima Grace. Carolina de Mónaco desde muy joven supo acaparar las miradas y hoy en día ha sabido seguir haciéndolo, lo que la hace aparecer recurrentemente en nuestra lista de las mejor vestidas.
La bellísima y glamorosa princesa Carolina de Mónaco
Desde su nacimiento ha sido noticia y su bello rostro ha sido portada de miles de publicaciones.
Junto a su madre la pequeña Carolina competía en belleza con su mamá, una rubia y otra pelo oscuro como la rama Grimaldi de su padre el príncipe Rainiero.
Una vida de contrastes, de luces y sombras, un primer matrimonio fallido con el francés Junot, luego de varios conocidos romances, entre ellos, con el tenista argentino Guillermo Vilas y luego con el conocido hijo de Ingrid Bergman y Robertino Rossellini, contrajo matrimonio con el joven empresario italiano Stefano Casiraghi.
De este matrimonio nacieron sus hijos mayores Andrea, Pierre y Charlotte.
Viuda tras un fatal accidente del padre de sus hijos, llevó una vida sencilla y discreta en Francia.
De vuelta a Mónaco, en función de Primera Dama, contrajo nuevo matrimonio con el príncipe heredero de Hannover, Ernesto, padre de su hija Alexandra.
Hoy en día separados, reside entre Montecarlo y París, rodeada de sus hijos y varios hermosos nietos.
Felicidades a la que ha sido considerada una de las más bellas mujeres del mundo.